Cristian Berríos
Tres de los mejores jugadores extranjeros de todos los tiempos vistieron la camiseta de Universidad Católica en algún momento: José Manuel Moreno, campeón en 1949, Diego Armando Maradona, en una exhibición hace cuatro años, y Ladislao Kubala en 1960.
Ladislao Kubala Stecz, húngaro naturalizado español, fue un emblema del FC Barcelona. Con el equipo azulgrana ganó cuatro ligas, cinco copas del Generalísimo, una Copa Latina, una Pequeña Copa del Mundo y dos Copa de Ferias.
A comienzos de 1960 Kubala quería emigrar del Barcelona. Sentía que su situación en el equipo catalán se había desgastado y que ya no era importante para ellos. En esa época, Alberto Buccicardi, el primer entrenador campeón de Universidad Católica allá por 1949, envió una carta a los dirigentes catalanes solicitando el arriendo del pase del jugador.
Laszy, como apodaban a Ladislao Kubala, estaba dispuesto a trasladarse a Chile para ponerse la Franja en el pecho, pero Antonio Juliá de Campmany, directivo de Barcelona, desestimó la propuesta sin darse tiempo de analizarla, como confesó a la prensa. Sin embargo a Helenio Herrera, entrenador del equipo catalán, le complicaba tenerle en la banca y había manifestado su intención de dejarle partir.
Kubala había declarado previamente: “Creo que sinceramente que si en el Barcelona no sirvo, en Chile, en Italia, o donde sea, puedo ganarme el sueldo sin tener que agradecerlo como una limosna” (Diario El Mundo Deportivo, 23 de marzo de 1960, página 2). Alberto Buccicardi fue de viaje a Barcelona pero los directivos azulgranas se negaron tenazmente.
Para mayo la situación había cambiado y un rival tradicional de la Franja, Colo Colo, pujaba fuerte por quedarse con el astro. Aún así Católica toma la iniciativa y le inscribe en la Federación. El plazo para los fichajes se amplia y la disputa sigue sin cuartel, aunque ninguna de las dos ofertas llega a concretarse.
Meses después, Universidad Católica anuncia que Ladislao Kubala sería su invitado de honor en el país para dictar charlas de fútbol y jugar un partido con nuestro equipo. La prensa se manifiesta incrédula.
Kubala no olvidaba que Buccicardi había realizado muchas horas de vuelo para ofrecerle un puesto en su alineación y, dado que los grandes suelen ser sencillos, cumplió su palabra de venir a Chile, aunque fuera sólo por el receso navideño en España. El periplo significaba hacer un transbordo en Madrid, luego ir a Dakar, Río de Janeiro, Buenos Aires y finalmente Santiago…
Apenas se había bajado del avión, pero Laszy se presentó donde entrenaba la Franja y luego de vestirse de corto fue uno más del plantel. Así de grande, así de sencillo. En las calles y cafés las personas lo saludaban, reconociendo en el a una gran figura de la Selección Española.
Tampoco olvidó a nuestros rivales, los cuales también habían luchado por contratarlo, entregándoles un obsequio en un partido amistoso y mencionándoles en sus charlas de fútbol.
A la cancha, no obstante, deseaba entrar con la Franja en el pecho y el rival era el prestigioso River Plate. Pese a que llevaba poco tiempo practicando con sus compañeros de Católica supo convertirse en una figura relevante del partido.
La campaña de Universidad Católica había sido paupérrima durante ese torneo, pero en ese amistoso, donde probaron que podían derrotar a cualquiera, y jugar hombro a hombro con un fuera de serie, comenzaría un despegue anímico que le llevaría a convertirse en campeón al año siguiente.
Kubala se marchó pocos días después y décadas más tarde, cuando su corazón se apagó en el 2002, habrá recordado, como en un viaje celeste, los aplausos de los hinchas barcelonistas, cruzados y de tantas camisetas en el mundo.
18 de diciembre de 1960
Árbitro: Luis Bulnes
Universidad Católica (1): Fernández, Barrientos, Torres, Carrasco, Olivares, Rodríguez, Pesce, Hormazábal, Kubala, Nawacki y Lezcano.
River Plate (0): Ovejero, Pérez, Echegaray, Mantegary, Varacka, López, Paulinho, Menéndez, Joya, Villamor y Zárate.
Gol: Nawacki (UC) 13`
Bibliografía:
Diario ABC
El Mundo Deportivo
La Vanguardia
Dedicado a mi padre y a la gran hinchada de Universidad Católica.
Especial de la Columna de Razta, 12 de febrero de 2010.
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