Cristian Berríos
Parte 1: Las cosas como son.
Un
nivel de razonamiento básico nos lleva a la siguiente reflexión:
“¿Te imaginas si todos fuéramos iguales?, nos vestiríamos de
la misma forma y pensaríamos lo mismo”.
En la práctica, ocurre algo más o menos similar. Puedes marchar por
una causa que te represente, por ejemplo, a favor o en contra del
aborto, y en algún lugar de la ciudad encontrarás banderas,
pañuelos o poleras con frases afines a tus ideas, formarás parte de
un grupo o una multitud donde tu voz será una más. En el estadio
coincidimos con las camisetas, con los colores, y no siempre con las
ideas o los objetivos.
Algunos
les gusta el toque, la tenencia infinita y la rotación de balón,
los “ole, oleee”, que no son otra cosa que una evocación a los
brutales eventos taurinos, y los lujitos intrascendentes. A
otros nos representa el fútbol más vertical, convertir un
gol y defenderlo, para aprovechar los espacios, tocar el balón tres
veces en el partido, meter tres goles, cerrar el arco y si quieres
espectáculo vamos al cine, pero a fin de año vas a levantar la
copa. Un equipo que juega horrible y gana apenas sus partidos es un
justo campeón. Un equipo que gana 10-0 varios partidos, con baile incluido,
y pierde los puntos necesarios para consagrarse queda a mitad de
camino. ¿Estás de acuerdo? No espero que lo estés. No hay verdades
absolutas. El equipo de Acosta y Gorosito, que también integraban
Ardiman, Vázquez y Olmos, llenó los estadios, dio espectáculo y
ganó la Interamericana. ¿Te das cuenta como de una verdad absoluta,
con argumentos objetivos, se abre otro debate? Imagina en la
política.
Para
ser consecuente, convengamos que hablar de derechos humanos no es
un asunto político, ni significa avalar otras acciones. Condenar la
violación de niñas haitianas por parte de militares chilenos no
significa aplaudir el saqueo de un supermercado. Los empates
tienen por el suelo a los mínimos éticos, desde
la perspectiva científica, o la escala valórica, para quienes lo
ven desde una visión religiosa. No puedo poner el techo de una casa
si no hay tijerales ni muros. Y no puedo cambiar a alguien por
imbécil o equivocado que me parezca su pensamiento. Las cosas son
como son, no como quiero que sean. Eso sí, cada uno es libre de
expresarse.
Parte
2: La violencia.
Desde que ocurrió el estallido
social, uno ha perdido la capacidad de asombro. Para quienes vivimos
la dictadura, eso es mucho decir. Cuando era niño no razonaba del
todo por qué un padre era capaz de inmolarse, quemarse vivo en
palabras simples, por la impotencia que le provocaba la desaparición
y tortura de sus seres amados. Hoy en día, que soy viejo, me
emociona el amor que debe sentir alguien por su sangre para realizar
un sacrificio así. Un amigo de apellido Larraín, como pudo ser
Pérez o González, da lo mismo, debatía conmigo en Facebook hace un
tiempo. No entendía por qué Carabineros una vez entró en mi casa y
apuntó a mis padres con armas. Me preguntaba qué habían hecho mis
padres. De acuerdo a la lógica de una parte de la población,
Carabineros está para proteger a la ciudadanía y es absolutamente
impensado que pudieran cometer crímenes. En la realidad sabemos que
pueden equivocarse, como cualquier otro ser humano, y que otros son
simplemente pedófilos, torturadores y asesinos, que no cometen
errores sino horrores y delitos.
La violencia existe, de lado y
lado, aunque las responsabilidades sean distintas. Los muchachos
que festejan el Año Nuevo todas las noches bombardeando comisarías,
estés de acuerdo o no con sus procedimientos, no juraron defender a
la patria ni a los ciudadanos. El carabinero que decidió acelerar el
camión para matar a un joven sí lo hizo. Chile se ha convertido
en una sociedad de innumerables detonantes de violencia. La gente
se putea por nada en las calles.
Y la violencia llegó a San
Carlos de Apoquindo, que es un estadio familiar, con una parte
del público ampliamente favorecida en términos económicos, como tú
quieras, pero un escenario o punto de encuentro social al fin y al
cabo. Tarde o temprano se representaría lo que ocurre en el país.
Es decir, olvídate de “nunca imaginé que esto ocurriría en San
Carlos”. Si fue planificado, con fines políticos, si estás de
acuerdo o repudias tales hechos, no cambia la posibilidad latente de
que ocurriera, más aún cuando se propagaba la idea de que el año
pasado si se pudo jugar. Si es una consecuencia natural del
movimiento social o una profecía autocumplida mediante
premeditación, caeríamos en especulaciones parecidas a “Es
imposible que un Carabinero acierte a un ojo a la distancia” y
existen francotiradores. Bueno, hubo hinchas concertados a lo largo
del país que deseaban suspender la fecha. Hay un propósito detrás
de eso. ¿Qué tanto te hace ganar o perder el medio que utilizas
para lograr un objetivo? A nivel de sociedad, nos
acostumbramos a ser escuchados mediante la violencia, pero no comenzó
destrozando tablones. Fue mucho antes.
Quizás un lienzo que diga “Apruebo”
equivale a más tablones rotos, rejas abiertas y vidrios destrozados
de los que puedas imaginar. Esa es mi forma de pensar y no deseo
imponerla. Preferiría a Aued festejando un gol junto a ese lienzo y
no sacando tablones. También nos ahorraríamos muchos momentos de
ira si Carabineros de Chile dejara de matar persones inocentes. Nunca
más aplaudan a esos asesinos. Los aplausos son para Munder, Valencia
y Saavedra. Aplaudan a Dituro que es un crack de nivel internacional.
Los que iban al estadio desde los tiempos en que Carabineros
favorecía a la Garra Blanca y Los de Abajo por sus orígenes
pinochetistas, recordarán que repartían palos sin preguntarnos si
éramos de izquierda o derecha. Por eso la barra cantaba “Yo soy
cruzado de corazón y no me importan los pacos culiados”. Y
cantaban todos, sin importar los estratos sociales. Ahora leo frases
como “Llevo años yendo al estadio y jamás he tenido un problema
con Carabineros, porque no me he entrometido en actividades
delictuales”. Hermosa experiencia, a algunos les tocó agarrarse
con la barras rivales y con Carabineros para salir vivos de un
estadio. No les aplaudan. Y bien bueno el gol del Pájaro, a quien
sugerí para este plantel, pero tampoco lo aplaudamos. Casi se me
agranda el Pájaro y en vez de meternos uno nos mete otro más. Hay
que esperar a que terminen los partidos y ahí lo ovacionan. ¿Para
qué me agrandan el Pájaro? Me lo agrandaron no más, mejor tarde
que nunca.
Parte
3: El objetivo.
Si pones una mano en tu corazón,
todos los cruzados queremos el campeonato y un cambio en el país en
que vivimos. Si Piñera llegó al 6% es porque existen razones
transversales para cuestionarle. Los adversarios siguen siendo Colo
Colo y Universidad de Chile. El enemigo es la indolencia que nos hace
indiferentes al sufrimiento humano, provenga de donde provenga.
Católica
es nuestra
familia. En las familias hay fachos, comunistas, amarillos, no me
vengan con la webada de que están todos alineados.
Nadie te pedirá que calles
tus ideas.
En
cada familia hay un tío que si hubiera tenido bazuca la lleva al
Cajón del Maipo en 1986. Y yo tengo otro tío que idolatraba al
genocida. Cuando tomaron
preso a su general en Inglaterra, el tío Manolo proponía capturar a
los embajadores de España y Reino Unido hasta que lo liberaran. Mira
la weá para grande, sin pies ni cabeza. Eso lo lees en Twitter y
termina en puteadas, pero era su volada. No tengo dudas que rechazará
la nueva constitución. Para
él un amarillo y volteado como Pepe Auth debe ser de extrema
izquierda, pero quizás ama
en secreto a Camila Vallejo.
Y debe odiar a Alberto Plaza porque él es zorra y el otro madre, si
me perdonan un paréntesis de obsoletos insultos patriarcales.
Otros
esperan que se apruebe. Si contiene derechos elementales, que hasta
ahora no se cumplen, las leyes abusivas pasarán a ser objetadas y
declaradas inconstitucionales por un Tribunal constitucional. ¿Qué
me gustaría? Que no hubiera tantos niños sin futuro en las
calles, ni abuelitos trabajando hasta que se caen muertos. Para
cambiar esa realidad, además de leyes y constituciones, se requiere
de voluntad, conciencia y generosidad. Hace un par de años, los
niños de un colegio al verme con algún lujo de más me dijeron “que
parecía narco". Y ese era su mejor piropo. No querían ofenderme si
no dejarme en alto, según la realidad en que viven. A algunos les
puede dar igual, a mí no.
Quiero
que Católica sea tricampeón. Esta es la mejor oportunidad que
vamos a tener en muchos años. Ojalá Dios quiera que ganáramos todo
lo que nos propusiéramos. La vida me enseñó que tiene momentos
buenos y de los otros. Siempre debes estar dispuesto a comenzar de
nuevo, pero no me gustaría que dejáramos pasar este lindo momento
de nuestro club. Olvídense de los tablones en la cancha o las
bengalas, eso ya pasó y se produjo la catarsis que en algún momento
iba a ocurrir. No es mi intención juzgar. La hinchada de
Católica cumplió y otros, que tenían más responsabilidad,
evadieron su compromiso. Colo Colo ya recibe bastante ayuda de la
ANFP para que nos demos el lujo de que nos suspendan el estadio.
¿Sabes como llegué a dimensionar lo que significa San Carlos de
Apoquindo? Entiendo que muchos recuerden Independencia como un
estadio en medio de barrios populares, aunque en rigor nunca fue tan
así. Perdimos el estadio para dar paso a poblaciones y Santa Laura
quedó tan cercado que cuando un vecino hace una parrillada hasta el Mono
Sánchez llega con un plato. El jugador que es reemplazado sale de la
cancha y sube a una micro. Al final los weones tienen que devolverse
desde Huechuraba. Aún vive mucha gente querida ahí, los cruzados estamos en todos lados.
San
Carlos de Apoquindo es un territorio conquistado para
el pueblo en una comuna privilegiada, así como estos colores se
adueñaron de los corazones de estudiantes y trabajadores. Al
principio llegabas ahí atravesando parcelas, por lo tanto era una
zona rural, al igual que gran parte de Santiago. Ojalá todos
conociéramos París y tomáramos melón con vino en Cartagena, la
vida no es una experiencia agradable para personas cerradas de mente.
En un tiempo eres feliz y no lo sabes, luego descubres que cada día
es un regalo, un regalo de calzoncillos y calcetines de esos que te
llegaban en vez de juguetes. No es como uno se imagina, es como es.
Eso
sí, no soporto a quienes te fuerzan a ir de la mano con personas que
detestas, sean de tu propio equipo o de otro. Los que tenían pensado
decir “trató de quedar bien con todos” pueden ir metiéndose el
argumento en el culo, porque nadie debe ser obligado a hacer algo que
no siente. Lo ideal es que tengamos un mínimo de respeto.
Algunos entenderán, otros no. Sin embargo, vamos a necesitar muchas
voces para el gran estruendo que significaría el logro que más
anhelamos, un gran paso para el club estudiantil que hizo mejor a
Chile desde 1937, e incluso antes en el amateurismo, el amado Club
Deportivo Universidad Católica, nuestra familia.
Columna de Razta [Recopilación total]
Estoy de acuerdo en muchos de tus argumentos. Catolica es transversal que quede claro eso !!
ResponderEliminarSaludos
sabias palabras compa..saludos!
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