jueves, 10 de septiembre de 2015

馃搰 Los errores de un Dt y sus jugadores no encubren la incompetencia de otros

Mario Salas fue cuestionado con justa raz贸n por sus rotaciones y la elecci贸n de refuerzos. Sin embargo, ¿No era el entrenador que Cruzados SADP esper贸  mientras Julio Falcioni dirig铆a a Universidad Cat贸lica con el aval de un a帽o de contrato?  Si realizamos un recuento ecu谩nime con aciertos y errores, Juan Antonio Pizzi lleg贸 por su cercan铆a con Jos茅 Mar铆a Buljubasich, Mario Lepe por su trabajo en el F煤tbol Joven y debido a que fue una apuesta de Jaime Est茅vez, Mart铆n Lasarte fue propuesto porque Rodolfo Arruabarrena y Gerardo Martino terminaban su participaci贸n en el torneo argentino veinte d铆as m谩s tarde del comienzo de la pretemporada.

Rodrigo Astudillo firm贸 por seis meses en un interinato nunca reconocido por la dirigencia mientras esperaban a Eduardo Berizzo. La prioridad era Mario Salas a mediados de 2014 y el elegido finalmente fue Julio Falcioni, cuya propuesta futbol铆stica difer铆a en forma absoluta.

El balance arroja que Juan Antonio Pizzi opt贸 por irse del club que lo catapult贸 tras una derrota muy dolorosa, el proceso de Mario Lepe dej贸 una Copa Chile y fue despedido sin contemplaciones, Mart铆n Lasarte renunci贸 ante sus m煤ltiples fracasos, Rodrigo Astudillo pas贸 sin pena ni gloria y Julio C茅sar Falcioni aniquil贸 an铆micamente al grupo de jugadores.

En cuanto al Gerente Deportivo, Jos茅 Mar铆a Buljubasich tuvo la facultad de rechazar como refuerzos a Lucas Simon, solicitado por Mario Lepe, y a Pedro Hern谩ndez, petici贸n de Mart铆n Lasarte. Restemos del an谩lisis la calidad de esos jugadores. ¿Realiz贸 el mismo filtro con las solicitudes de Mario Salas? No, por lo tanto las contrataciones del entrenador actual contaron con su aprobaci贸n.

Hay responsabilidad del t茅cnico en el trabajo semanal y eso incluye su manejo de grupo, pero un equipo grande no puede darse el lujo de contar con un presidente que no significa absolutamente nada en la historia de Universidad Cat贸lica ni demuestra capacidades profesionales. No hablamos de un ex jugador y s铆mbolo de un club, de un presidente que sea capaz de aunar estamentos y voluntades, ni de un funcionario con influencias para hacerse respetar en el medio. Sergio Jadue lo oblig贸 a disculparse con otros clubes por solicitarle una reuni贸n al hacerse p煤blica la investigaci贸n del FBI y luego lo trat贸 de ignorante por solicitarle cuenta de las ganancias generadas por la venta de entradas en Copa Am茅rica.

Esa rigurosidad que corresponde en el an谩lisis para la labor de Mario Salas, Jos茅 Mar铆a Buljubasich y Luis Larra铆n tambi茅n se hace extensiva a otros.  La labor de los directores es oponerse a las decisiones erradas de su presidente y cuestionar a su Gerente Deportivo, aunque eso implique grandes batallas al interior de la concesionaria.  Cuando hay paz y resignaci贸n tras tantas desilusiones de la hinchada, existen otros intereses involucrados o una severa falta de car谩cter. No pidamos temperamento a los jugadores si ese rasgo deber铆a manifestarse desde el presidente hacia abajo.

Basta de entrenadores fusibles que encubren la incompetencia de quienes les eligen. De seis entrenadores contratados no puedes equivocarte en la mitad o m谩s de la mitad. Los errores de un entrenador y sus jugadores no cubren la incompetencia de otros. 


1 comentario:

  1. Estimado Razta,
    De la informaci贸n que manejo yo en la conformaci贸n del plantel, Salas pidi贸 posiciones con una lista de prioridades. De esas prioridades s贸lo se impuso el primero de la lista en el caso de Bravo. Espinosa y Espinoza no eran primera opci贸n. A Fuentes los compr贸 la dirigencia con la esperanza de hacer negocio. Lanaro no estoy seguro.
    Creo, al igual que tu, que hay un problema en la conformaci贸n del plantel, y que una dirigencia m谩s competente y ambiciosa le hubiese traide mejores jugadores a Salas. Pero discrepo en que un hist贸rico solucionar谩 el tema. Hay que cambiar la estructura del club para que entre gente ambiciosa y capaz para disputar por dentro. Esas caracter铆sticas siempre la tendr谩n los hinchas que quieren a la cato.

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