Cristian Berríos
El estudioso entrenador Ariel Holan había recibido como prioridad absoluta de la temporada la obtención del tricampeonato. Por eso motivo, en lugar de en lugar de que pretendiera un acondicionamiento inmediato en los enfrentamientos por Copa Chile 2019, finalizada en enero de 2020, optó por continuar con una preparación sumamente dura y agotadora para el plantel. Esta exigencia y afán por llevar a los jugadores al máximo de sus posibilidades se mantuvo a lo largo del año.
Bajo ese contexto, ambos equipos se habían enfrentado por Copa Chile y, si bien Católica se mostró superior en largos pasajes del encuentro, se notaba que el equipo sentía el esfuerzo de la pretemporada.
El 16 de febrero de 2020 la situación fue distinta. Los trabajos físicos más arduos habían finalizado un par de días antes y el plantel sintió breve un respiro para enfrentar el duelo ante Colo Colo en el Monumental, una cancha donde históricamente Católica era el equipo visitante más ganador.
Edson Puch, que recibió una clara falta penal, omitida por Piero Maza, casi al final de la primera etapa, y Fernando Zampedri tenían mareados a los defensores del equipo local. Lo más peligroso de Colo Colo fue un tiro en el travesaño justo antes de que Puch fuera derribado en el área por Leonardo Valencia.
Al comienzo de la etapa de complemento, Gastón Lezcano sacó un centro preciso para Luciano Aued y La Franja se puso 1-0 arriba en el marcador.
Para ser honestos, la molestia que se sentía entre los hinchas colocolinos en el estadio no venía precisamente de las acciones en el campo de juego, sino por el asesinato de uno de sus hinchas tras un atropello intencional de parte de Carabineros. Ya en el primer tiempo se habían manifestado.
Sin embargo, el baile que en la segunda etapa se estaba comiendo su equipo exacerbó los ánimos de los locales. César Pinares sacó a bailar a Ronald de la Fuente en una escena que representaba fielmente la amplia diferencia entre ambos equipos.
Precisamente, fue César Pinares quien emprendió un carrerón impresionante para dejar atrás a César Fuentes y puso el 2-0 que a la postre sería definitivo.
Con el 2-0 sentenciado y a falta de veinte minutos se produjo el abandono de la hinchada local. Arrojaron un celular, una caja registradora y fuegos artificiales a la cancha.
Desesperados por no recibir más goles, los hinchas locales perdieron la cabeza y ensuciaron lo que hasta ese momento era un notable partido del fútbol chileno. El más perjudicado fue precisamente uno de los suyos, el delantero argentino Nicolás Blandi, que cayó sobre el césped a causa de un fuego artificial.
El árbitro Piero Maza, que había actuado en forma desastrosa al dejar sin sanción el mencionado penal a Edson Puch, no tuvo más remedio que dar el partido por finalizado el partido y los equipos se retiraron de la cancha bajo una lluvia de proyectiles.
Para la anécdota queda la frase de Mario Salas en los días posteriores: "Yo en 20 minutos puedo dar vuelta un resultado" .
La historia dice que finalmente Salas culminaría su ciclo siendo despedido por su pésimo rendimiento en Colo Colo, y Universidad Católica terminaría la temporada festejando un merecido tricampeonato en febrero de 2021.
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