Cristian Berríos
La pasión del hincha de Católica no depende de las copas, es verdad, pero buscar la gloria diferencia a las personas nobles de los mediocres. Amigos, la incondicionalidad es otra cosa. Los incondicionales dan la cara en la adversidad, pero jamás renuncian al sueño de ver a sus colores en lo más alto. En el futuro cercano, Católica merece ser campeón no sólo a nivel local sino internacional y retomar el camino que lo llevó a derrotar en Santiago al bicampeón de la Intercontinental Sao Paulo. Tal como perdiste varios campeonatos con trampas, ganaste una Interamericana en la cancha, y lo que opine el periodismo chileno no tiene importancia. Fueron los perros falderos del Presidente de ANFP más corrupto de la historia.
No debe confundirte el triunfo o la derrota, ve de frente cuando otros dudarían, asume la gloria con mesura y los tropiezos con humildad. Permíteme aconsejarte que exijas liderazgos entre dirigentes o gerentes, para que algún día el pueblo cruzado esté compenetrado y pleno de valor desde la cabeza hasta quienes visten con orgullo su camiseta en los barrios, regiones y lugares remotos. Nunca te rindas.
Hoy te han convencido de que la grandeza del club depende de un partido contra equipos locales y la verdadera Católica está esperando surgir del corazón de un niño, entre los gritos de su hinchada y del remate furibundo de un jugador de casa que algún día marcará generaciones remeciendo la red.
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