Cristian Berríos
Culturalmente somos muy castigadores con los errores o las oportunidades desperdiciadas ¿Has escuchado o leído a esa gente que dice "¿De qué se queja si en su momento ganó plata?" Y se refieren a una persona que fue futbolista, actor o actriz, u otros profesionales. No entienden que la pobreza te rasga la manga de la camisa, rompe tus pantalones o zapatos y la plata a veces se acaba. Y ataca con mayor ferocidad a quienes nunca han sido pobres y tienen un miedo inconcebible a la pobreza, parafraseando una canción del gitano Rodríguez.
Eso también se aplica al fútbol. Por ratos puedes superar ampliamente a tu rival. Al punto de desdibujarle sobre la cancha y obligarle a recurrir reiteradamente a los fouls. Fuimos muy superiores a Unión Española durante los primeros 15 o 20 minutos del partido. La sociedad de Gonzalo Tapia con José Pedro Fuenzalida era más provechosa que avivarse con el litio.
Tapia difícilmente saldrá del equipo jugando a ese nivel. Es un jugador distinto que mezcla potencia con técnica. El muchacho se nota que come verduras de distintos colores mientras los demás estamos dele churrasco italiano.
Se destaca el carrerón que se mandó por derecha en el primer gol. Sin embargo, a medida que corría tenía bien medida la posición de Fernando Zampedri y Diego Valencia. En fracción de segundos, decidió que Zampedri estaba cubierto y envió el pase directo a Valencia. El Pollo se despachó un golazo más hermoso que la ministra vocera de gobierno, que Gonza Fouillioux y la alcaldesa de Viña. Fue un tremendo golazo. El partido lo debió relatar un poeta.
Unión Española estaba al borde del nocaut, como el ministro Paris con un 25% de contagios. Nuestro equipo se veía con más ganas que un venezolano cuando ve un carabinero con la buceta expuesta. Por eso la reflexión inicial acerca de como se castigan los oportunidades desaprovechadas. Como cuando eres fiel y desprecias veinte mil cachitas. Después quedas soltero o soltera y tu mayor preocupación es usar una mascarilla que combine con la polera. "Anda a carretear wn/a oh", "Es que a las 11 me cierran el metro", dígase con la misma actitud del meme del perrito.
No aprovechar en términos ofensivos cuando eres superior puede pagarse caro. Y al rival, muchachos que no juegan todos los fines de semana con un marco considerable de público, le gusta jugar con nosotros.
Es más, si hago una encuesta, nadie habría dado un peso por la entrada de Sebastián Jaime, por sus limitaciones técnicas ¿Y esa trabada a Zanahoria? Fue una jugada más peligrosa que dormir siesta con Florcita Motuda. Pero eso no significa que Zanahoria no de garantías, como la empresa de seguridad de Claudio Crespo Guzmán, que es más insegura que coger usando bloqueador factor 50 como única protección. Son jugadas de fútbol que se hacen importantes si aún no has definido el marcador, como en este partido donde contábamos con un margen mínimo.
Los hinchas y las hinchas a menudo pretenden que un columnista mencione a todos los que jugaron bien y ojalá de una lista completa de quienes jugaron mal. Sin embargo, además del rendimiento individual, el planteamiento influye en la actuación de un jugador. Por ejemplo, Felipe Gutiérrez ingresó para alimentar a Zampedri. Y como son jugadores técnicos, la mejor habilitación fue de Zampedri para una entrada de Gutiérrez, cuyo remate fue sacado hacia el costado por el arquero panameño Luis Mejía.
Sin ánimo de criticar a Cristian Paulucci, que lleva un registro espectacular en cuanto a resultados, quizás nos replegamos innecesariamente después del primer gol. Salimos rápido por los costados, con mucha explosión, pero dimos espacios a Unión Española que difícilmente habrían ocupado con un Ignacio Saavedra, Juan Leiva y Marcelino Ñuñez obligando al rival a correr detrás del balón.
Y luego Unión tuvo el empate a los 26' en una jugada que nuestra defensa no pudo despejar estando en superioridad numérica. Finalmente el balón le queda a un jugador rival y contiene oportunamente Zanahoria.
A los 53' llegó la igualdad de Méndez, tras penal de Germán Lanaro (el balón le da en el brazo). Aquello género un partido de ida y vuelta. Católica intentaba asociarse y Unión Española esbozaba torpes contraataques, que a menudo fueron despejados por Branco Ampuero.
A los 70', Alfonso Parot desborda y centra hacia Gonzalo Tapia. Con un toque preciso, el joven delantero cruzado envía el balón, en forma rasante, al rincón izquierdo de la portería rival. Nuevamente nos poníamos en ventaja. Y daba la impresión de que el equipo visitante no iba a generar nada peligroso si ajustábamos las marcas.
Apenas hizo el gol, Tapia salió de la cancha. El cambio ya estaba preparado. En ese momento fue cuando ingresó Felipe Gutiérrez, quien luce mejor si no debe realizar la ruta de ida y vuelta por el costado izquierdo. Esa labor la cumplió más tarde Bruno Barticciotto, el cual entró a la cancha por Juan Leiva.
Aguantamos, con algo de angustia en balones detenidos, pero no porque Unión Española ganara por arriba. Nos aferramos a un marcador que era importantísimo para seguir en la lucha por el penta. ¿Es exagerado hablar así con tan pocas fechas jugadas? No, porque si algo aprendimos el año pasado es que los rivales son muy permeables, pese al resultado de la última Supercopa. Mientras más fuertes nos vean, más dudas tendrán ellos.
Hoy era el día de los enamorados y el amor de nuestras vidas para muchas y muchos de las nuestras y los nuestros son estos colores, que tantas alegrías nos han dado. Al margen del resultado, que era muy necesario, el aliento siempre estará presente.
Vamos con mucha fuerza, todas y todos juntas/os.
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