Cristian Berríos
Las más recientes noticias del fútbol femenino de Universidad Católica han sido esperanzadoras, y comienza a plasmarse un viejo anhelo de muchas/os hinchas. Era indispensable que nuestro club tuviera una visión ambiciosa en cuanto a las pretensiones deportivas de la rama femenina, y que nuestras jugadoras pudieran formalizar su relación con Cruzados en términos contractuales, aunque fuera en forma paulatina.
La primera novedad positiva en esta reestructuración fue el nombramiento de Helaine de Grange como subgerenta del fútbol femenino el 26 de enero de este año.
En esa oportunidad la histórica jugadora de nuestro club declaró lo siguiente: "Es un gran desafío. Mi visión es que Católica se convierta en el mejor equipo de Chile en el fútbol femenino. Si lo ha sido en los últimos 4 años en el fútbol masculino, no veo ninguna razón por el cual no convertirnos nosotras en el mejor equipo".
El 1 de febrero, Catalina Figueroa y Millaray Cortés fueron las primeras jugadoras en firmar contrato profesional con La Franja. En la ceremonia, Catalina declaró: "He estado acá gran parte de mi vida y estoy orgullosa de estar entre las primeras jugadoras que han firmado. Firmar contrato con el Club que amo es demasiado importante".
Ayer miércoles se confirmó que Yazmín Torrealba, delantera que había dejado Palestino a principios de este mes, se convertía en el primer fichaje de las cruzadas para la presente temporada. En su cuenta de Instagram, Yazmín expresó su felicidad por retornar a Universidad Católica, el equipo de sus amores. Hoy fue anunciada la contratación de Andrea Cerda, experimentada jugadora del medio local.
Que continúe creciendo profesionalmente nuestro club a todo nivel. Como dijimos hace un tiempo, Universidad Católica también debe ser grande en el fútbol femenino. Lo merecen sus jugadoras e hinchas.
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