CB
Por estos días, Gonzalo de la Carrera, diputado que hasta hace poco militaba en el Partido Republicano, figura en los noticieros por la agresión a su colega Alexis Sepúlveda, que el aludido atribuyó a defensa propia, pese a que dicha situación no consta en las imágenes.
Años antes, fue señalado como el autor de desagradables tweets que hacían referencia a menores, asunto que De la Carrera atribuyó a una suplantación de identidad.
Sin embargo, la hinchada de Universidad Católica lo recuerda además por oponerse publicamente a la remodelación del Estadio San Carlos de Apoquindo. Fue en el contexto de su fallida campaña a la alcaldía de Las Condes.
El argumento del candidato para tal postura dejó entrever un evidente sesgo clasista: Asociaba el ingreso de personas de otras comunas a un posible aumento de la delincuencia.
Tras reunirse con directores y funcionarios de Cruzados, Gonzalo de la Carrera dio una voltereta política y públicó un nuevo video, esta vez respaldando el proyecto.
Es sabido que el nuevo estadio contará con dependencias que promueven el desarrollo de otras actividades comerciales ¿Influiría el beneficio económico y social que implica la construcción de un centro de eventos y negocios de primer nivel en una comunidad? Es válido plantearse aquel motivo a causa de la brusquedad de su cambio.
Finalmente, el electorado de Las Condes se manifestó en las urnas y De la carrera fue derrotado por Daniela Peñaloza, otra militante de extrema derecha. Es decir, si consideramos que la votación del centro y la izquierda en esa comuna siempre ha sido menor, perdió ante su competencia directa.
Analizando en retrospectiva, se sabe que el futuro de un político depende de su credibilidad, y estereotipar a personas de otras comunas, para congraciarse con los vecinos de una sola, no parece una jugada muy inteligente.
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