viernes, 1 de diciembre de 2023

📇 El nuevo San Carlos de Apoquindo y los conciertos: ¿Cuáles fueron las inquietudes de los vecinos?


Cristian Berríos

El 18 de abril de 2021, la Junta de Vecinos C-25 hizo una serie de observaciones al proyecto "Ampliación Estadio San Carlos", entre ellas se contaban algunas sobre la aislación acústica del estadio. Para empezar, preguntaban si el recinto albergaría eventos musicales y la frecuencia de los mismos. La primera inquietud ha sido respondida públicamente por Cruzados al declarar que se trata de un estadio multipropósito, el cual por consecuencia será escenario de todo tipo de espectáculos. Y en cuanto a la cantidad de conciertos por año, sin duda dependerá de la demanda. 

Ya el antiguo San Carlos de Apoquindo era un escenario altamente valorado por las productoras de eventos. En el estadio se presentaron bandas y solistas de la talla de UB40, Luciano Pavarotti, Luis Miguel, Simply Red, INXS, Whitney Houston, Phil Collins, Oasis, The Chemical Brothers, Morrisey, Avril Lavigne, Pearl Jam, Tom Jones, Björk, Peter Frampton, Queen, Los Jaivas... Uno de los hitos máximos lo logró el grupo Roxette al reunir 45.000 personas en 1992, registrando parte de la presentación en su álbum "Tourism".


Roxette en 1992


Pearl Jam en 2005

Otro tema relevante en la misiva son las medidas de mitigación del ruido. Cabe destacar que la concesionaria ha realizado recorridos por las obras para los vecinos, donde se presume que han obtenido las respuestas al tema de los decibeles.


A continuación un fragmento de las consideraciones realizadas acerca del tema por una Comisión de Vecinos del sector: 

Aislación acústica del Estadio

El Estadio San Carlos de Apoquindo se encuentra a menos de 200 metros de un barrio residencial (Ejemplo Calle Génova, al norte del Estadio). Al dejarlo techado, que es lo que contempla el proyecto de renovación, probablemente ello sea una explicación que dará su titular para salvar el punto de la emisión acústica que generará la natural algarabía de los asistentes a un evento DEPORTIVO.

Sin embargo las consideraciones de contaminación acústica cambian radicalmente si es que el recinto es ofrecido por su dueño en arriendo para eventos de conciertos (recitales) musicales, ya que por las características del estándar de equipamiento y comodidades que ofrecerá el estadio remodelado no cabe duda que será frecuentemente solicitado por diversas productoras de espectáculos musicales. Tampoco hay claridad si el dueño del estadio estará dispuesto a renunciar a perpetuidad en su giro comercial de facilitar o arrendar el estadio para este tipo de eventos, que no sean sólo los estrictamente deportivos.

Se ha de tener presente en esta materia, que Santiago tiene muy pocos recintos para efectuar eventos masivos musicales de buen nivel, y sin duda el estándar que logrará el estadio San Carlos de Apoquindo generará una alta demanda, de modo que no sería extraño que los vecinos se vieran sometidos a un concierto de música estruendosa una vez por semana, además de los eventos deportivos, si es que esta materia no queda totalmente esclarecida en el proceso de calificación ambiental en curso.

Hoy en día existe el claro precedente que en los recintos que pueden albergar eventos musicales que requieren una elevada amplificación de sonido, NO basta que en ellos se cumplan las características de “un buen estadio techado” sino que tienen una solución estructural denominada “arena” (que es un término que debe ser entendido en su acepción en idioma inglés), pero que obedece a un estándar similar al actual ARENA MOVISTAR en el Parque O´Higgins o el antiguo TEATRO CAUPOLICÁN, que proveen no sólo un recinto techado sino que su sólida y robusta estructura de hormigón y otros aislantes acústicos, evitan la propagación de la contaminación acústica a las casas vecinas.

Además, en materia de contaminación acústica, una variable que incide notoriamente es la  frecuencia de ocurrencia. No es lo mismo tener “bulla” una vez a la semana que una vez al año, y en materia de análisis de contaminación acústica, la variable de frecuencia de ocurrencia es algo básico. 

También es importante considerar que no se ocupará para estos eventos el equipo de sonido de las instalaciones del Estadio sino que se traerá amplificación adicional, distinta en cada uno dependiendo de la productora y también la orientación de los parlantes pudiese incidir en que si el sonido se irá hacia la zona poblada o hacia el cerro.

Dicho lo anterior, se solicita que el titular declare si el recinto remodelado Estadio San Carlos tiene en su giro comercial previsto que sea facilitado para eventos musicales, que señale en dicho caso cuál sería su compromiso formal de la frecuencia máxima de ocurrencia de ese tipo de eventos (¿uno por año por ejemplo?), que señale cuales consideraciones estructurales de aislación acústica serán implementadas, y cuál es el valor límite de nivel de sonido (decibeles) que se usará en estos estudios, para garantizar que las casas más cercanas al estadio no sufran de ruidos molestos.

NOTA: Tener presente que la norma actual de la Municipalidad de Las Condes en materia de ruidos molestos es no mayor a 60 decibeles en el día y no mayor a 45 decibeles después de las 21 hrs. medidos en el lugar en que se encuentre el receptor. Un concierto de música moderna puede alcanzar niveles de ruido sobre 110 decibeles donde es emitido, y la escala de medición (similar a la de los terremotos) no es lineal sino que logarítmica, por lo que para que un espectáculo de música en vivo que pueda generar sonidos de 110 decibeles y a su vez  asegurar que a las casas vecinas al estadio San Carlos no reciban más de 60 decibeles, los esfuerzos de aislación acústica en el punto emisor, esto es, en el estadio, deberán ser sin duda alguna NO menores, en caso que su titular esté considerando este tipo de giro comercial.



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