1.- La situaci贸n actual
En Cat贸lica ha quedado de manifiesto en
los 煤ltimos a帽os la pol铆tica mezquina de hacerle frente a dos o tres
campeonatos simult谩neos con una base muy limitada de jugadores cuyo rendimiento
oscila entre regular, bueno y 贸ptimo, a
ese contingente se suma un grupo importante de proyectos j贸venes con la
irregularidad propia de su edad y por 煤ltimo est谩n aquellos que no lograron
consolidarse en ning煤n club y llegaron a la instituci贸n por su precio
abordable. Hubo un precedente en el 2008: Con un plantel muy reducido de
elementos competitivos, Universidad Cat贸lica jug贸 el Apertura, Libertadores,
Sudamericana y Clausura.
Tras el t铆tulo del a帽o 2010, cada
temporada presentan a cuatro o cinco incorporaciones que sustituyen a los pocos
que exhib铆an un nivel aceptable o excelente (por ejemplo Bottinelli, Pratto y
Mirosevic), siguen subiendo chicos que asumen una responsabilidad destinada a
referentes o baluartes, y se mantienen aquellos que no juegan hasta que
terminan contrato porque no hay ni la m谩s m铆nima intenci贸n de
indemnizarles. Tambi茅n deben
considerarse los casos de los jugadores por quienes se ha desembolsado un monto
considerable por el total o una parte de sus pases y despedirles por bajo
rendimiento provocar铆a un desbarajuste en el balance.
La ilusi贸n de cada torneo que vende el
club para que aumente la venta de abonos es la de un nuevo entrenador o
jugador. ¿Hay una propuesta concreta que pretenda sin ning煤n rodeo enfrentarse en mejores condiciones contra
clubes poderosos de Sudam茅rica? Siempre
se apuesta a que pase algo positivo con el m铆nimo de recursos disponibles.
Si bien el aliento del hincha es
fundamental, la inspiraci贸n y sacrificio de los jugadores, o la lucidez de un
t茅cnico, el f煤tbol ha evolucionado tanto en las 煤ltimas d茅cadas que la excelencia
no se trata de un plus sino de un requisito.
La visi贸n de que “una columna vertebral”
basta en un equipo para armarse est谩 obsoleta. Peor a煤n si re煤nes menos
herramientas deportivas que un gran arquero, un central de nivel internacional, un volante de creaci贸n genial
y un delantero goleador que convierte
sin que importe la cancha donde juega o el rival al que enfrenta.
2.- Las salidas de Figueroa y Lepe
Hace unas semanas, Lasarte critic贸 la
mentalidad de sus jugadores, pero ellos (tal como el propio uruguayo) son
empleados contratados o promovidos bajo la venia de los dirigentes. Ellos
cesaron a Figueroa y Lepe por discrepancias con la directiva, en el primer caso
por un asunto de procedimiento o 茅tica, seg煤n dej贸 entrever Est茅vez, en el
segundo por la reacci贸n del entrenador ante un ultim谩tum (no acept贸 que el
partido contra La Serena fuera una prueba). No les import贸 la mala relaci贸n de
Figueroa con los hinchas o el respaldo incondicional de Lepe a Saffa a fines
del 2011 y principios del 2012, incluso les apoyaron en paup茅rrimos momentos
deportivos, m谩s a Lepe por su condici贸n de 铆dolo que a Figueroa, identificado
con otro equipo y poseedor de un estilo que generaba detractores, pero sus
salidas se gatillaron cuando los dirigentes se sintieron enjuiciados en cuanto
a la autoridad que ostentan.
3.- Locales por la presi贸n de la hinchada
Nunca escucharon a los hinchas, ni
siquiera lucharon por la local铆a en San Carlos y quedaron en evidencia con una
declaraci贸n de la Intendenta: “Jam谩s han hecho gestiones para ser locales”. Con
dicho testimonio y la presi贸n de los hinchas en la campa帽a “Locales en San
Carlos”, no les qued贸 otra que subirse al carro y luego jactarse de una
victoria que ech贸 por tierra acuerdos contra铆dos por sus propios representantes
con la alcald铆a de Las Condes. Por supuesto, el logro de la hinchada fue
promocionado como uno institucional.
4.- Origen del caso Olmos
Si bien cualquier entrenador querr铆a
ponerse el buzo de Universidad Cat贸lica y corresponde a los dirigentes evaluar
las condiciones de cada uno, el caso de Olmos resulta representativo de todo lo
que se ha descrito en estas l铆neas: No fue su salida o el modo en que se
produjo la raz贸n para que fuera vetado, si fuera por eso Sebasti谩n Rozental no
habr铆a vuelto jam谩s al club tras sus declaraciones del 2001 y fue presentado en
dos oportunidades, o Fernando Carvallo no habr铆a retornado el 2007, Olmos caus贸
rechazo en el seno de la Fundaci贸n por exigirle al Gerente rentado de la Rama
de f煤tbol y al Presidente del CDUC que contratara
a Nelson Parraguez y Jaime Gonz谩lez a mediados del 2002. La Fundaci贸n aleg贸 que
el equipo ya se hab铆a reforzado a comienzos de la temporada, sin que tomaran en
cuenta que Olmos hab铆a consolidado a Mirosevic, 脕lvarez y Ormaz谩bal, y
rescatado a jugadores que hab铆an sido relegados en procesos anteriores como
Acu帽a y Segovia. Los 煤nicos grandes precios de la plantilla eran Jorge Campos e
Iv谩n Gabrich. La petici贸n de un nuevo arquero (Nicol谩s Peric) en reemplazo del
despedido Cossio y como alternativa del irregular Walker fue la declaraci贸n de
guerra entre los dirigentes m谩s conservadores, puntualmente Gazit煤a, y Olmos.
5.- La “Mota negra”
¿Cu谩l fue la venganza de la Fundaci贸n? Luego
de que Olmos fue sondeado por S谩nchez para que asumiera en la Selecci贸n de
Chile, el entrenador present贸 un plan deportivo al Presidente del CDUC que
consist铆a en un proyecto para pelear por Copa Libertadores 2003. Necesitaba que
retuvieran en lo posible al equipo campe贸n del Apertura 2002 y sumaran al menos
a tres jugadores de jerarqu铆a. La respuesta de la Fundaci贸n fue implacable:
Rebajarle el 50% del sueldo a Olmos como “oferta” para su continuidad y el 50%
de presupuesto para el plantel, situaci贸n que provoc贸 una estampida de figuras
en las dos temporadas siguientes. Tal como en la Isla del Tesoro exist铆a la
“mota negra” para hacerle entender a un pirata que no era apreciado, la
Fundaci贸n aprob贸 como oferta ese 50% para Arturo Norambuena y Daniel P茅rez.
Reci茅n cuando el goleador ya hab铆a sellado su traspaso a Quilmes y el acuerdo
era p煤blico, el club ofreci贸 igualar su
sueldo anterior. El jugador, literalmente, hab铆a empacado y esperaba su vuelo a
otro pa铆s.
La Fundaci贸n tuvo roces con gente de casa
que luchaba por un club m谩s competitivo, pero entre el 2004 y 2006 no tuvo
inconvenientes para aprobar alzas de sueldo a jugadores que fing铆an crisis,
ofertas del extranjero y otras t谩cticas de negociaci贸n para la mejora de un
contrato. Marcos Gonz谩lez se dio el lujo
de romper un acuerdo de palabra con el club en el 2006 por una oferta posterior
y el 2008 fue contratado sin problemas ni rencores. ¿Por qu茅 entonces castig贸
con m谩s dureza a Olmos? ¿Por sus fracasos posteriores en otros clubes? Eso no
ha sido impedimento para que Del Solar surja como candidato cada vez que falta
un entrenador. Factor digno de considerarse: El peso comunicacional de Olmos no
se compara al de otros entrenadores que vieron pacientemente como les armaban
los planteles y luego les desped铆an por sus malos resultados. Su
identificaci贸n, unida a la ambici贸n deportiva que profesa, constituye un
peligro para quien hasta ahora impone la autoridad sin contrapeso.
Hace unas temporadas, Pellicer critic贸,
desde su puesto en el banco de Universidad de Concepci贸n, la pol铆tica
presupuestaria y falta de ambici贸n deportiva de los dirigentes de Universidad
Cat贸lica tras la obtenci贸n de un t铆tulo. No hubo repercusi贸n ni malestar
p煤blico por esas declaraciones que a la luz de los hechos corresponden a la
realidad. La verdad no duele entonces, lo que no perdona la Fundaci贸n es que un
entrenador o deportista cuestione en forma t谩cita o expresa sus procedimientos
desde el interior del club, donde realmente pueden marcarse diferencias en
cuanto a gesti贸n. Fernando Jara se releg贸 r谩pidamente de los Cruzados
Caballeros al darse cuenta que sus opiniones pasaban desapercibidas. Nuevamente
aparece la mota negra, entregada por quienes jam谩s entraron a una cancha, para
quienes no obedecen o se manifiestan por un club m谩s grande. Todos los que
cuestionaron la venta de Santa Rosa recibieron el mismo c贸digo pirata, sin
declaraciones p煤blicas ni tinta en el papel.
6.- El Imperio Contraataca
A fines del 2008, Juvenal Olmos ten铆a
visado su retorno al club por el Presidente del CDUC. Su cuerpo t茅cnico inclu铆a
a Miguel Ram铆rez como ayudante. El entrenador incluso declar贸 en El Mercurio
que no ten铆a ning煤n problema con Gaziit煤a, requisito fundamental para que la
imagen del dirigente no quedara en entredicho. A煤n renuente a aceptarlo y sin
que importara la opini贸n de otros dirigentes, Gazit煤a prefiri贸 a Figueroa (cuya
salida en 1999 como jugador incluy贸 declaraciones tales como una acusaci贸n
directa a Gorosito de hacerle la cama a Carvallo). Sin embargo, la oferta de
Cobreloa era m谩s atractiva desde el punto de vista econ贸mico para el mencionado
entrenador. En un hecho sin precedentes, la Fundaci贸n acept贸 doblar la
propuesta monetaria a Figueroa 煤nica y exclusivamente para que Olmos no
retornara al club. ¿Por qu茅 se descarta que la Fundaci贸n realmente quisiera a
Figueroa? Porque seg煤n el propio entrenador nunca le trajeron los jugadores que
pidi贸 y las decisiones quedaban en manos de Felipe Achondo, bajo la venia o
acuerdo presupuestario de la Fundaci贸n.
7.- Arruabarrena y Martino
A mediados del 2012, Arruabarrena o
Martino habr铆an sido entrenadores de Universidad Cat贸lica sin que surgiera
discrepancia alguna en el interior del club. Hubo acuerdo con ambos
entrenadores y s贸lo el factor tiempo les descart贸, ya que ninguno acept贸
desvincularse de sus clubes antes de que finalizara el torneo argentino. Por
supuesto, los nombres de Pizzi y Del Solar, quien se neg贸 dos o tres veces a
sentarse en el banco del club, volvieron al ruedo.
8.- El perfil del entrenador de
Universidad Cat贸lica
El
perfil, aqu茅l que se impuso tras los pasos de Orlando Aravena y Luis Santiba帽ez
, y que en un principio estaba orientado a separar los “hombres de casa” de
aquellos profesionales que proven铆an de otros clubes, fue degenerando en una
especie de sesgo donde se privilegiaban estudios en la PUC, or铆genes
acomodados, elocuencia a la hora de expresarse y nulo 谩nimo desafiante ante la
autoridad antes que los conocimientos futbol铆sticos, el estilo ofensivo y los
proyectos deportivos.
Nadie dudaba a fines de 1993 que Ignacio
Prieto era un hombre de casa, campe贸n como jugador, finalista de Libertadores y
multicampe贸n como entrenador, un hombre educado, que respiraba f煤tbol, que
valoriz贸 a la cantera UC a niveles insospechados, pero fue reemplazado por
Manuel Pellegrini, entrenador joven, con un descenso en el archirrival como antecedente
y un t铆tulo de Ingeniero en la Pontificia UC como aval de formaci贸n personal y
acad茅mica. Tras Pellegrini vinieron “hombres de casa” (Carvallo, Olmos,
Meneses, Lepe y Romero) e
institucionales (Wim, Garr茅, Pellicer – pese a que dirig铆a en cadetes -, Del
Solar, Figueroa, Pizzi y Lasarte). Entre
los hombres de casa Olmos mostr贸 un estilo m谩s innovador comparado al f煤tbol de
toque que se adjudica al club, y entre los institucionales tres no cumpl铆an el
perfil por diversas razones: Wim, que hablaba un p茅simo espa帽ol, Garr茅, sin
ning煤n otro aval que su condici贸n de campe贸n del mundo como jugador y las
campa帽as en Huachipato, y Figueroa, con antecedentes de disputas o broncas con
los jugadores que no se ce帽铆an a sus 贸rdenes. Todas esas apuestas pretend铆an en
teor铆a darle verticalidad de juego y din谩mica al equipo. Garr茅, que no
correspond铆a en nada a esas caracter铆sticas y lleg贸 en reemplazo de Salah,
desestimado a 煤ltima hora, era ultradefensivo y en Universidad Cat贸lica se vio
obligado a jugar a algo que no sab铆a, con un plantel limitado y p茅simamente
preparado en el aspecto f铆sico, factor que luego se repetir铆a con Figueroa. Del
Solar y Pizzi demostraron la prestancia comunicacional que tanto valoran los
directivos, ambos se valorizaron en el club y emigraron ante la primera y mejor
oferta que encontraron.
9.- Lasarte
Los tiempos no han cambiado en cuanto a
la mentalidad de los dirigentes y
dejando de lado los antecedentes
positivos de Mart铆n Lasarte en el f煤tbol uruguayo y la Liga, as铆 como otros menos
favorables, su nombre salt贸 a la mesa como un aire de renovaci贸n entre las
mismas propuestas de siempre. Gazit煤a,
quien act煤a amparado en el peso accionario de la Fundaci贸n y su derecho a veto
sobre directores, presidentes de directorio, entrenadores (de manera t谩cita) y derecho de marca, contin煤a descartando
sistem谩ticamente cualquier posibilidad de que Olmos regrese al club. Referirse
al asunto no constituye una apolog铆a o candidatura de Olmos, pero vale la pena
preguntarse si puede construirse un proyecto ganador desde la perspectiva del
sesgo y no bas谩ndose en la convicci贸n. Los candidatos a la banca siempre
cuentan con propuestas muy distintas en comparaci贸n al resto. De Lasarte
conoc铆an sus 茅xitos en Uruguay y en la segunda divisi贸n de Espa帽a ¿Les cautivaba
su esquema t谩ctico?
10.- Fazio
Cuando el directorio trabaj贸 con
velocidad el 2010 para armarle un equipo a Pizzi, ah铆 estuvo la mano de Fazio
aprobando las contrataciones de Bottinelli y otros refuerzos, como bien dijo en
su momento Jos茅 Quiroga. Esas decisiones, que a la postre contribuyeron al
t铆tulo 2010 de Universidad Cat贸lica, sumada a su vetada candidatura a la
presidencia del directorio, provocaron que Fazio fuera un paria en el interior
de Cruzados SADP, pese a que pretend铆a, tal como los hinchas, un equipo
reforzado, local en San Carlos y protagonista a nivel continental.
11.- Los disconformes vendieron sus
acciones
¿Qu茅 se puede argumentar a favor de los
directivos de Cruzados SADP? Que asumieron bajo un r茅gimen estatutario que
hab铆a amarrado a la SA naciente con compromisos brutales como la cancelaci贸n de
casi diez millones de d贸lares por pases de jugadores (en total la Fundaci贸n
obtuvo el 75% de lo recaudado en la salida a la bolsa), un arriendo forzado y
de tarifa abultada como el pactado por San Carlos y otras instalaciones y, por
supuesto, la carga de una presencia que pesa en las decisiones institucionales
como la Fundaci贸n y sus directores Gazit煤a y Serrano. No hace falta que
releguen a los rebeldes, los inversionistas que pensaban distinto vendieron sus
acciones y cerraron la puerta por fuera, asumiendo las p茅rdidas econ贸micas en
silencio.
12.- Respiro financiero
En la actualidad Cruzados SADP presenta
resultados financieros a escala comparados con lo que pudo ser una empresa con
20 o 25 millones de capital inicial, a煤n as铆 resultan levemente m谩s alentadores
tras las p茅rdidas de los ejercicios anteriores. Falta que ese respiro temporal
vaya de la mano con un rendimiento deportivo que genere ganancias donde antes
hab铆a desvalorizaci贸n y dudas. Todo indica que afines del 2012 habr谩 una
reducci贸n significativa en cuanto a los elementos que integran el plantel de
f煤tbol, la b煤squeda de la excelencia indica que pesos m谩s o menos Universidad
Cat贸lica necesita dos jugadores por puesto y no 34 donde al menos 15 o 20
(hecho que se deduce en base a las citaciones) no satisfacen de ninguna manera
el paladar del entrenador.
13.- Est茅vez
Est茅vez lleg贸 a la presidencia del
directorio por expresa petici贸n y aprobaci贸n de la Fundaci贸n en desmedro de una
candidatura consistente en cuanto a proyecto deportivo como la de Fazio. Su
aporte, al menos en lo que resta de gesti贸n, deber铆a materializarse en una f茅rrea oposici贸n al
dominio que Azul Azul ejerce en las decisiones de la ANFP (por ejemplo la fecha
de t茅rmino de la Copa Chile). Hasta ahora la 煤nica vez que alz贸 la voz fue para
defenderse de las acusaciones de algunos pol铆ticos como Hasb煤n y Far铆as sobre
una supuesta discriminaci贸n a los hinchas de cc en el partido que finalmente
termin贸 4-0 a favor de Universidad Cat贸lica. Entre sus acciones discutibles se
cuentan la sociedad con Vald茅s sobre la distribuci贸n de entradas para la final
del Apertura 2011 cuando Universidad Cat贸lica pose铆a la ventaja de terminar de
local, y una situaci贸n revelada por El Mercurio en su secci贸n “La trastienda de
San Carlos”: Brome贸 con un dirigente del archirrival sobre la eliminaci贸n del
club antes del juego de revancha por la semifinal del Clausura 2011. Situaciones
como esa son inaceptables en un ambiente competitivo. Los clubes espa帽oles han
acordado que un presidente no puede gritarle los goles en la cara a otro si
comparten un palco, hasta ah铆 llegan los buenos modales, lo dem谩s consiste en
matarse por los colores.
14.- Los hinchas
As铆 como los directores cuentan con las
herramientas que proporcionan la administraci贸n de los recursos, el manejo
inform谩tico y el uso de la marca, entre las obligaciones de los hinchas no s贸lo
est谩 la asistencia al estadio y el apoyo incondicional durante los noventa
minutos, o transmitirles su sentimiento al resto del mundo, sino adem谩s
cuestionarse los manejos institucionales, dimensionar a cada personero por su
labor y no por el pasado deportivo, pol铆tico o social, y no transar en sus
principios si esa voz interior que se forja a lo largo de toda una vida con los
colores demanda que manifieste su opini贸n.
Especial de la revista digital Columna de
Razta (ISSN 0719-2835)
Coperamos!!
ResponderEliminarTendremos la fuerza los hinchas de sacar a estos zanganos?
Saludos!