Cristian Berríos
"Quiero dejar en claro que para mí es difícil hablar de
Católica. Es complicado por varias cosas, por ejemplo, porque hay una amistad
muy linda con todos los hinchas. Y que quede claro que no estoy haciendo
campaña ni para ser DT, ni para ser Gerente deportivo ni nada" comenzó
diciendo Juvenal Olmos, uno de los ídolos de Universidad
Católica.
En su etapa juvenil, obtuvo el Torneo Internacional de Croix 1980 Sub-19, la
copa del mundo de la categoría. Como jugador del plantel profesional, sumó seis títulos,
la Copa Interamericana 1994, los Torneos Oficiales 1984 y 1987, la Copa Chile 1983
(Polla Gol) y 1995, y la Copa de la República 1983. Logró su séptimo título con Universidad Católica en Primera División al consagrarse como estratega en el Apertura 2002. Anteriormente, había logrado el título de Segunda División dirigiendo a Unión Española.
Su propuesta, difundida a través del programa Cónclave Deportivo de Radio La Clave, consistió en ofrecerle una asesoría gratuita sin acompañantes ni intermediarios a Luis Larraín, presidente del
directorio de Cruzados SADP. En esa reunión, Olmos conversaría con Larraín cual es el perfil y
la categoría de refuerzos que requiere Universidad Católica. Tal punto quedó en evidencia cuando manifestó: "Cuando
sostenidamente la persona que tiene que contratar, que es el señor Buljubasich,
no le acierta a esta visión, porque esto es una visión de club, no sirve”.
En seguida, planteó que es necesaria una visión de club de
aquí a una década acorde a Universidad Católica, “como yo quiero ver proyectado
a un club de los mejores de este país en diez años más”. Además, agregó: "Si
en diez años no tienes la gestión para buscar la empresa privada que te
construya un estadio a cambio de 20 años de imagen corporativa, entonces no
estás ahí en ese puesto. Ese puesto, dentro de estas asesorías gratuitas que le
vamos a hacer al presidente de la Católica, si es que quiere, está el saber por
ejemplo, cuál es el técnico que yo quiero para mi club, que puede ser o no
Salas, pero no te puedes cambiar un año a un entrenador de turno, al otro año
otro entrenador de turno y en dos años más, otro entrenador de turno".
La oferta está extendida. El nivel de asesoramiento que
actualmente posee Luis Larraín, si acaso cuenta con aquello, ha terminado con
una crisis deportiva que acumula cinco o seis años de arrastre. Tras la derrota en Quillota, los rostros
visibles de la concesionaria se mantienen en un incómodo silencio, un hecho inexcusable para un equipo grande que concita un interés transversal. Católica puede ser
campeón este fin de semana, en un semestre o un año, pero, dado el mencionado mutismo de
esos funcionarios cuando el club más necesitaba respuestas, su política deportiva seguirá a la deriva.
No existe motivo por
el cual Luis Larraín pudiese negarse a una asesoría que a todas luces asoma como
provechosa.
Porqué en materias deportivas(no hablo de económicas,que para eso es un Lince),NO SABE NADA y lo peor que no busca buenos asesores.
ResponderEliminar