COLUMNA DE RAZTA : 📇 Especial: Clásico universitario

Cristian Berríos

CATÓLICA DEMOLIÓ AL CLÁSICO RIVAL

El sábado 27 de agosto de 2016, se disputó una nueva edición del clásico universitario. A diferencia de los partidos disputados por Copa Sudamericana y el torneo nacional, Universidad Católica no se regaló en defensa y fue contundente en ataque. Siempre intentó ser un equipo compacto, aplicado en la marca y rápido en ataque. Aprovechó los espacios que generaba Universidad de Chile y golpeó cuando debía.

A los 19’, un tiro de esquina lanzado por José Pedro Fuenzalida terminó con el balón rebotando en Gonzalo Jara e introduciéndose en el arco rival. Pocos minutos después, un pase preciso de Enzo Kalinski a Diego Buonanotte permitió al menudo mediocampista enfilar hacia el pórtico adversario con balón dominado. En el área, observó de reojo que Gonzalo Jara se lanzaría y enganchó hacia su pierna derecha. El seleccionado nacional pasó de largo en forma hilarante y Buonanotte definió rasante al costado izquierdo de Nelson Espinoza. En los 43’, Nicolás Castillo sentenció el clásico mediante lanzamiento penal.

Estadio Nacional

Árbitro: Roberto Tobar

Público: 43.128

Universidad de Chile (0): Nelson Espinoza; Matías Rodríguez, Christian Vilches, Gonzalo Jara (26’ Alejandro Contreras), Jean Beausejour; Lorenzo Reyes, Rodrigo Ureña (54’ Gustavo Lorenzetti), Gastón Fernández; Nicolás Maturana (60’ Mario Briceño), Felipe Mora, Juan Leiva. DT Sebastián Beccacece.

Universidad Católica (3): Cristopher Toselli; Cristián Álvarez, Germán Lanaro, Guillermo Maripán, Alfonso Parot; César Fuentes, Enzo Kalinski, Diego Buonanotte (87’ Carlos Espinosa); José Pedro Fuenzalida (77’ Sebastián Jaime), Nicolás Castillo, Ricardo Noir (63’ Fabián Manzano). DT Mario Salas.

Goles: 1-0, 19’ Gonzalo Jara en contra; 2-0, 23’ Diego Buonanotte; 3-0, 43’ Nicolás Castillo.

MARIO SALAS LOGRÓ UN RESPIRO

Fue cuestionado y con justa razón. En poco más de un mes, Mario Salas se encargó de sembrar dudas donde había optimismo tras la obtención del título. Decisiones como la marginación de Jaime Carreño, la titularidad de Germán Lanaro, cambios incomprensibles en partidos importantes, por ejemplo en la revancha frente a Potosí por Copa Sudamericana, y evidentes errores de planteamiento, tales como salir a apretar al rival pese a que el equipo jugaba a 3.700 metros de altitud, crearon un clima adverso entre la hinchada en cuanto a su percepción del trabajo técnico.

Después del clásico, Salas obtuvo un respiro. Sin embargo, carece de margen de error. Universidad Católica ha cosechado apenas 6 de 15 puntos en el torneo local. Si el objetivo continúa siendo el bicampeonato, prácticamente debe ganar todos los encuentros de aquí al término de la competición. Además, hasta el cruzado más conformista no desea ceder la Supercopa ante el clásico rival, y otros más exigentes tampoco descartarían la Copa Chile. El desafío para el entrenador no será sencillo.

LAS FIGURAS CRUZADAS

Diego Buonanotte cumplió. Para empezar, asumió el rol que los hinchas exigían. Ante Santiago Wanderers había insinuado que estaba listo para la titularidad con una definición de categoría. En el clásico se esperaba que pidiera el balón, y fuera una alternativa para sus compañeros al momento de jugar y desahogar. Realizó esa tarea en forma óptima. Su golazo quedará para la posteridad. Además es valorable la entereza que mostró ante la doble agresión - manotazo y escupo - de Gonzalo Jara. El central no logró su propósito de sacarlo del partido o amilanarlo, al contrario, el otrora delantero pareció incentivado luego de ese incidente. Buonanotte comentó que hacía falta un clásico para que Universidad Católica mostrara todos sus atributos y ocurrió lo mismo con él.

Pese a su microdesgarro, Ricardo Noir fue un agente ofensivo de permanente movilidad y colaboración en defensa. Guillermo Maripán demostró una vez más que Salas nunca debió marginarlo del equipo. Su complemento en la dupla de centrales, Germán Lanaro, tuvo un accionar positivo debido a que no necesitaba desplazarse en demasía. Lanaro requiere que el equipo no regale tantos espacios, como suele ocurrir en San Carlos de Apoquindo. Cristián Álvarez y Poncho Parot fueron dos luchadores. Hicieron mucha falta en el torneo pasado, por ejemplo en Arica y Quillota, partidos donde Católica necesitaba consolidarse como exclusivo aspirante al título.

Nicolás Castillo fue el centrodelantero de esfuerzo que el planteamiento requería y convirtió el penal con experticia. Cristopher Toselli superó su reciente irregularidad y apareció en los momentos en los cuales Universidad de Chile insinuaba la posibilidad de un descuento. En general, cada jugador cruzado rindió, los cambios de Mario Salas esta vez no causaron daño y Católica abrochó una jornada memorable para todos sus hinchas.

Fotos: ADN y ANFP