CB
De acuerdo a lo informado en sus redes sociales por Pablo Tapia, fundador de la empresa de scouting Futbolitycs, refuerzos contratados por Cruzados como Yamil Asad, Nehúen Paz y Franco Di Santo no pasaron por sus herramientas de análisis, sino por acuerdos con representantes, "derechito del telefonazo a firmar contrato".
Ante la repercusión que tuvieron sus palabras en medios como Redgol, Tapia ha aclarado que no trabaja actualmente con Cruzados.
Esta revelación pone nuevamente en entredicho la labor del gerente deportivo José María Buljubasich. Sus contactos con representantes han traído como consecuencia la contratación de jugadores que fueron un acierto, y de otros tantos que provocaron pérdidas millonarias en sueldos, primas de contrato y finiquitos.
¿Por qué Buljubasich no quiso que los jugadores que tenía en carpeta fueran analizados? ¿Por qué bastó una llamada telefónica y no se hizo un seguimiento a los refuerzos? Como un dato revelador, está el hecho de que Nehuén Paz nunca jugó más de 15 partidos como titular en sus últimos 5 clubes antes de firmar por Universidad Católica.
Pese a que contará en el futuro cercano con un estadio que será un orgullo para el fútbol chileno, la concesionaria convive por estos días con un presente deportivo deplorable y serias dudas en cuanto a sus manejos. Sin duda, la hinchada de Universidad Católica agradece el avance en cuanto a instalaciones que proporcionará Cruzados, pero también aspira a una mayor ambición deportiva y absoluta transparencia en negocios que involucren el nombre del club.
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