Cristian Berrios
Durante la semana comentamos que Cristian Paulucci debía priorizar el trabajo defensivo y el uso de variantes que le permitieran solucionar los problemas que presentaban los rivales. No consiguió darle la vuelta a ninguna de esos aspectos del juego. En una semana donde era fundamental levantarse con miras al clásico universitario, Paulucci fue comentario obligado por su contestación al presidente Gabriel Boric y en ningún caso por su buen o mal trabajo técnico.
En el partido con O'Higgins reiteramos las falencias defensivas que veníamos evidenciando en las últimas fechas, y la propuesta inicial fue muy similar a la cual había utilizado hasta entonces, con la única novedad que constituía la inclusión de Diego Buonanotte. El volante fluctuaba entre la banda derecha y el centro, posición donde trató de asociarse con Fernando Zampedri mediante pases filtrados y otras habilitaciones.
Bajo ese predecible escenario táctico, O'Higgins fue contundente. Aprovechando las licencias defensivas que concedimos, se puso 2-0 en ventaja con goles de Facundo Castro. Casi al terminar el primer tiempo, Ignacio Saavedra fue expulsado. Nacho será baja obligada en el próximo clásico universitario.
En la etapa de complemento, el descuento de Fernando Zampedri llenó de ilusión a la hinchada cruzada, pese a la inferioridad numérica. Fue entonces cuando Católica atacó con más amor propio que fútbol. Sin embargo, no logró conseguir el empate.
Paulucci sumó su cuarta derrota consecutiva, pero no es el único objetivo de las críticas. La hinchada cuestiona además el trabajo realizado por la dirigencia en cuanto a contrataciones. Hasta ahora muy pocos han demostrado argumentos para ponerse la camiseta de un equipo tetracampeón. Y para ser justos, las oportunidades para ellos, y para otros que venían del año pasado, como Fabián Orellana, han sido escasas, ya sea por motivos físicos o futbolísticos.
El entrenador argentino está en su hora más difícil. Le juega a favor el título conseguido el año pasado, logro que en algún momento será insuficiente para mantenerlo en el cargo si sigue reiterando sus errores. Para comenzar, debe enfocarse en su trabajo y no salir a contestar a cada personalidad del país que entregue su opinión como hincha.
En forma indirecta, le favorece el manejo dubitativo que mostró dirigencia para echar a Gustavo Poyet en la temporada anterior. Fue la hinchada quien presionó para que saliera el cuerpo técnico uruguayo. Hasta ahora, la relación entre Cristian Paulucci y los hinchas no ha llegado a un quiebre absoluto, aunque las molestias se incrementan por la falta de recursos tácticos que ha evidenciado el cuerpo técnico.
Universidad Católica llega al clásico universitario con la sensación de que aún ganando requiere muchísimas certezas, más variantes tácticas y un envión anímico similar al que permitió la espectacular remontada del tetracampeonato.
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