Cristian Berríos
¿Sería aventurado afirmar que una de las ideas que propiciaron la remodelación de San Carlos de Apoquindo surgió de un histórico? Por supuesto, Cruzados siempre se ha caracterizado por manejar sus proyectos en secreto y darlos a conocer cuando ya han avanzado al respecto. Sin embargo, resulta evidente que ese mismo referente estaba adelantado en el tiempo en cuanto a la visión que tenía del club.
Volvamos al 2024. Hace meses, Juan Tagle, presidente de Cruzados, declaró que la decisión de modernizar el estadio se había tomado en 2017. Antes de eso, un histórico del club hizo una mención muy concreta acerca de un aspecto clave en la remodelación de San Carlos.
Corría el año 2016 y el ambiente estaba convulsionado en Universidad Católica. El equipo dirigido por Mario Salas había perdido por 1-0 ante San Luis el 26 de abril de ese año, encuentro clave en la disputa por el Torneo Oficial. Como en esa época se disputaban los campeonatos según el calendario europeo, el primer torneo del año era el Clausura y estaba servido para O'Higgins. La desazón cundía en las huestes cruzadas.
Dado ese contexto, hacía falta un remezón para las autoridades de Cruzados, que brillaban por su ausencia. Públicamente, toda la responsabilidad recaía en Mario Salas, aunque se acrecentaba el rumor de que el Comandante, el gerente deportivo José María Buljubasich y el presidente de la concesionaria Luis Larraín tenían los días contados en sus cargos.
Juvenal Olmos, multicampeón e histórico con La Franja, tanto como jugador y entrenador, tomó las banderas y se dirigió a Luis Larraín desde su puesto de comentarista en el programa Cónclave Deportivo, de Radio La Clave. En su mensaje, ofreció una asesoría gratuita, destacó la importancia de contar con personas a la altura de lo que merece La Franja e hizo alusión a la funciones de un verdadero gestor.
En esa emisión del programa radial, Olmos dijo que transmitiría a Larraín "como yo quiero ver proyectado a un club de los mejores de este país en diez años más. Si en diez años no tienes la gestión para buscar la empresa privada que te construya un estadio a cambio de 20 años de imagen corporativa, entonces no estás ahí en ese puesto".
Aunque fue necesario realizar un aumento de capital, vender losas y emitir bonos convertibles para comenzar las obras, Cruzados decidió negociar los naming rights del nuevo San Carlos de Apoquindo en 2018 y años después consiguió un acuerdo histórico para el fútbol chileno. Quizás la idea del entrenador campeón del Apertura 2002 ya había rondado en las oficinas de Cruzados, pero sin duda reflejaron lo que sentía el hincha: Había que tomar fuerza hacia el futuro y comenzar a dar señales de una gestión competente.
Días después, un leve desvío en un balón, tras un centro de David Llanos, permitió que José Pedro Fuenzalida mantuviera en sus cargos a quienes habían sido cuestionados, aunque el sueño de un estadio moderno, donde llegaran recursos frescos de privados, había asomado como una justa exigencia.
Puedes leer la nota completa acerca de lo declarado por Juvenal en 2016 en el siguiente enlace.
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